Benasau – Recingle Alt de Serrella, ruta circular
Ya está aquí el verano y pica salir a hacer una buena ruta de senderismo, pero todo se puede, así que el viernes pasado optamos por madrugar más que si fuéramos a trabajar y hacer la ruta de Benasau a Serrella. En esta sierra del norte de Alicante, incomprensiblemente, no sueles encontrar gente, ya que sus pedreras y abruptos accidentes la hacen una genial cadena montañosa que recorrer y con muchísimas rutas tanto desde norte como desde el sur.
Como ya hemos dicho, optamos por hacer la ruta Benesau – Recingle Alt (1359 m.) un recorrido de casi 14 km que nosotros hicimos en algo menos de 3 horas y media (sin contar la parada del bocadillo) a paso bastante ligero. El camino estará señalizado como PR hasta que nos desviemos en la depuradora, aunque la senda a seguir es muy evidente. Además, también hicimos un pequeño desvío al Morro de Serrella.
Para empezar la ruta simplemente debemos llegar a Benasau y atravesándola veremos el Bar-Restaurante Serrella, tanto en su parking, como en el descampado de enfrente, como detras del restaurante suele haber aparcamiento, y justo al lado está el cruce donde a la izquierda está el cartel informativo de la ruta Benasau – Quatretondeta, que seguiremos parcialmente. ¡Empezamos!
Ascenso al Recingle Alt de Serrella
Empezamos a subir hacia arriba por la carretera donde pronto, a nuestra mano derecha, aparece el calvario y luego ya nos vemos rodeados por bancales, sobre todo de almendros y olivos, simplemente hay que seguir la pista asfaltada por donde nos indican las señales de PR mientras nos acercamos a la cara sur del Morro de Serrella.
Ya divisamos el vecino pueblo de Alcolecha a nuestra derecha y la pista se vuelve de tierra, cada vez rodeados de menos tierras labradas y de más hierbas silvestres y pinos, finalmente, llegamos a una pinada donde el camino se bifurca entre una pista más ancha, que va a Confrides (más a la derecha) y la que nosotros seguimos, que está justo antes, aprovechamos para hacer una foto de la gran vista que tenemos de la Sierra de Aitana, justo en frente.
Ya sin ningún huerto a la vista seguimos nuestro camino, con el canto de un pájaro a nuestra derecha, en los peñascos, que parece bastante grande pero que no logramos ver. El camino va ascendiendo sin mucha pendiente pero inexorablemente, hasta que ya divisamos un depósito de agua y dos bifurcaciones posibles.
Si seguimos recto las indicaciones del PR iremos en dirección a Quatretondeta, nosotros tenemos que ir rodeando el depósito, hacia la izquierda, separándonos del PR. Subimos una pendiente bastante pronunciada pero corta, hasta que el terreno empieza a llanear u nos rodean los pinos en un paisaje idílico, de los que se ven en las películas de caballeros medievales, parece que en cualquier momento vayan a aparecer montados a caballo con sus brillantes armaduras.
Para llegar a lo más alto tan solo tenemos que continuar rectos hasta que se abre una pequeña explanada y a nuestra derecha veremos que asciende hacia el pico unos postes de madera unidos por cuerdas. Una vez arriba veremos la caseta vigía, el punto geodésico y, lo más importante, unas impresionantes vistas de la comarca del Comtat con la sierras de Almudaina, Benicadell y Mariola.
Dándonos la vuelta también podemos ver Aitana, la cima del Puig Campana y el mar entre los dos accidentes montañosos, entre otros muchos accidentes geográficos, nos quedamos un buen rato contemplando y disfrutando de un merecido bocado en Serrella, a 1359 metros sobre el nivel del mar.
Morro de Serrella y descenso a Benasau
Bajamos de la cima y giramos hacia la derecha para seguir por la pista rodeada de pinos, que pronto se acaba y se hace una estrecha senda que se distingue bien del resto del terreno, pronto nos topamos con las crestas, que tenemos que andar siguiendo los hitos y los puntos azules que hay cada pocos metros, no tiene pérdida.
Una vez salvadas las crestas, pronto nos encontramos con una bifurcación, primero tomamos el camino de la izquierda para ir al Morro de Serrella, donde nos espera un pequeño grupo de carrascas, vamos casi hasta la punta donde se adivina un rápido atajo para bajar hasta Benasau, pero es igual de peligroso que rápido y sin bastones no es recomendable, damos la vuelta.
Con unas magníficas vistas de las crestas por las que hemos ido hace unos minutos, llegados a donde el camino se separa, tomamos la dirección que antes ignoramos y pronto vemos que nos metemos de lleno en una de las muchas pedreras que hay en Serrella. Descendemos poco a poco hasta que llegamos a un punto que hay que bajar de forma abrupta, haciendo zig zag.
Durante unos minutos vamos descendiendo bruscamente hasta que toca cruzar una larga pedrera de parte a parte, por el camino vemos árboles que ni yo ni mi compañero podemos reconocer, delante nuestra y abajo, ya vemos los bancales a donde tenemos que llegar.
Ya cerca de los bancales el camino vuelve a descender bruscamente por una senda de tierra, os recomiendo ir con cuidado en este corto tramo, los resbalones son habituales. Bajamos hasta el ultimo bancal y giramos a nuestra izquierda, para acabar saliendo a una pista de tierra.
Seguimos esta empinada pista, rodeada de hierbas silvestres, que nos lleva a una pista mucho mejor cuidada, ya rodeada de tierras cuidadas y que pronto se encuentra asfaltada, solo queda seguir la pista hasta que en una bifurcación giramos a la izquierda, volviendo a conectar con la carretera del calvario de Benasau.
Normalmente suelo hacer al revés, ascender por la parte con más pendiente y descender por la más larga y suave, esta ruta Benasau – Recingle Alt de Serrella la hice así porque cambiar no está mal y creo que valió la pena. Como siempre, aquí os dejo todas las fotos que hice durante la jornada.
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Serrella es otro mundo amigo montañero. Es una sierra que engaña muchísimo si la ves desde fuera, porque cuando entras en pleno corazón de la montaña, sus paisajes y extrañas formas fruto de la erosión la convierten en un lugar mágico. Por eso mismo recibe el nombre de «els pirineus diànics»!